DECLARACIÓN CONJUNTA DE DEFENSA DEL SECTOR AGRÍCOLA

El Gobierno de Andalucía y las organizaciones agrarias representadas hoy en la Mesa de Interlocución de Frutas y Hortalizas por Asaja, COAG, UPA y Ecohal, Coexphal y Cooperativas Agroalimentarias de las provincias de Almería y Granada, han acordado emitir una declaración conjunta en defensa del sector agroalimentario andaluz y español tras conocerse los perjuicios que ya está ocasionando la instrucción dictada por el Ministerio de Trabajo del Gobierno de España a la imagen de este sector productivo y las repercusiones graves que pueden conllevar en la pérdida de confianza de nuestros productos en los mercados nacionales e internacionales.

 Es por ello que la Mesa de Frutas y Hortalizas ha acordado, en primer lugar, mostrar su malestar por la estigmatización que se ha realizado del sector por parte de la Ministra de Trabajo y condenar de forma rotunda las directrices trasmitidas a los inspectores de Trabajo para que persigan las supuestas condiciones de “esclavitud laboral” o prácticas similares” o "malos tratos" en las campañas agrícolas de mayo y junio, tal y como recoge el documento.

 Consideramos que es inaceptable los términos recogidos en dichas instrucciones a la hora de referirse a los profesionales del campo y a la agroindustria. Y es que éstos se alejan mucho de la realidad de un sector que  es reconocido por sus esfuerzos en materia de investigación, innovación, así como por la sostenibilidad ambiental y social.   En segundo lugar, solicitar la intercesión inmediata y la defensa del sector por parte del Ministro de Agricultura, Sr. D. Luis Planas, en el seno del ejecutivo nacional para que se proceda a la retirada inmediata de una instrucción que en su contexto es desafortunada y dañina, ya que criminaliza de forma general a un sector estratégico que es pilar básico de la balanza comercial de España. En concreto, en Andalucía este sector supone el 10% del empleo y el 11% del PIB, y además juega un papel vertebrador de nuestra sociedad al ser capaz de  responder, de forma ejemplar, en los contextos socioeconómicos más  complicados. Consideramos incomprensible que estas cuestiones lleguen, además, en un momento en el que el sector ha sido clave durante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, siendo un sector esencial que, al igual que otros, ha seguido manteniendo su actividad para no dejar de abastecer nuestros mercados nacionales e internacionales de productos básicos en la alimentación de los europeos.    La unión demostrada durante este periodo ha permitido a una parte de la sociedad española redescubrir los valores de nuestra agricultura, un sector primario que ha hecho de la sostenibilidad uno de sus estandartes, no sólo desde el punto de vista medioambiental sino también social, siendo capaz de generar empleo de calidad.   Como ha quedado constatado en otros periodos de recesión, la agricultura y la ganadería se ha convertido, una vez más, en colchón de la crisis. Por todo ello, entendemos que frente a ataques externos son las administraciones, organizaciones agrarias y trabajadores del campo las que deben apelar hoy con más fuerza si cabe al espíritu de colaboración. En este complejo e inédito escenario en el que nos encontramos, rechazamos ataques gratuitos a un sector que si por algo destaca es por la excepcional convivencia de sus miembros.  Lejos de provocar irreparables daños a la imagen de nuestros agricultores y ganaderos, desde Andalucía entendemos como una obligación transmitir la verdadera imagen del campo, una imagen solidaria, innovadora y capaz de aportar vida y salud. Por supuesto, condenamos cualquier comportamiento inaceptable que se pueda producir en las explotaciones agrarias del territorio nacional, pero considerándolas en todo caso puntuales y nunca como una generalidad.